martes, 15 de diciembre de 2009

Memoria 9 de diciembre

Fabricio: no ha hecho nada debido a que estuvo trabajando con la memoria y la entrada.

Miguel nos ha informado sobre Vasco Núñez de Balboa. Nacido en Jerez de los Caballeros (Badajoz) en el último tercio del siglo XV, está considerado como el primer europeo en fundar una ciudad en tierras continentales americanas, en 1510, Santa María la Antigua del Darién, en la actual Panamá; a la vez que se le atribuye el descubrimiento del Océano Pacífico, en 1513. Se sabe bastante poco de sus orígenes, y de su trayectoria hasta que embarcó hacia las Indias en 1500 entusiasmado después de oír las proezas del almirante genovés.
No era, como algún acompañante suyo bien dijo en alguna ocasión «hombre de letras, ni de ingenio, de la nobleza» así que sus grandes logros se debieron a su esfuerzo y empuje teniendo que mencionar que comenzó su camino prácticamente de la nada, pues endeudado, partió como polizón, escondido en un barril, desde Santo Domingo hasta el golfo de Urabá y en tan solo un año consiguiese los poderes necesarios para fundar una ciudad. El nombre de la ciudad se debe a la promesa que Balboa hizo en las vísperas de la batalla contra los indígenas de la región, ya que era un hombre de fuertes creencias religiosas.
Su avistamiento del Océano Pacífico se debe, curiosamente, a la fanfarronería que le caracterizó durante tuda su vida, ya que inició la gran hazaña para salir de un aprieto en el que el mismo se había metido al enviar unas cartas a Fernando I en las que supuestamente describía las riquezas de Darién, su reino. Debido a esto, el soberano castellano ideó una expedición en la que «una persona importante» estuviese a la cabeza por lo que Balboa tuvo que conseguir pruebas materiales que corroborasen todo lo que había afirmado en sus escritos.
Llevó a cabo sus proyectos de manera muy precipitada, sin la premeditación que implicaban los estudios marítimos de Colón o las garantías bélicas del ejército de Cortés. Parece ser que la empresa de 1513 fue realizada por ciento noventa hombres cuando la recomendación era de unos mil.

Fernando sigue con su ahondando en su trabajo sobre el comercio de la época. Durante el siglo XVI el tráfico indio de metales preciosos era enorme y parecía no tener fin, a pesar de los inconvenientes: falta de flexibilidad del tráfico indiano, la rigidez del sistema de convoyes escoltados, el encarecimiento comercial por los gastos en defensa, la escasez de mano de obra indígena, las perdidas a consecuencia de la piratería, la escasez de barcos o la subida del seguro de avería. Todo ello no evitó que el volumen de tráfico creciera de forma espectacular, un 800 por 100, a finales del siglo XVI.
Entonces se perfeccionó el sistema de flotas, se usó la amalgama para la extracción de plata, la creciente población americana demandaba productos europeos y todo ello ayudó a la inversión en el comercio entre Europa y América.
El ataque de los corsarios obligó a los españoles a buscar alternativas que evitarán los ataques a unos barcos que iban sin protección. Se creó, al fin, la Armada de la Real Guardia de la Carrera de Indias, y saliendo de la Península en un único convoy, que se dividía en las Antillas en dos grupos, uno hacia Nueva España y Tierra Firme. En 1561 se estableció el régimen de flotas, y aunque los convoyes seguían saliendo las dos unidas desde Cuba, antes abril, se determinó la salida anual desde Sevilla de dos flotas individualizadas: la de Nueva España y el Galeón de Tierra Firme. La primera se dirigía a Veracruz y la segunda a Cartagena de Indias y Panamá.
El bienes que llegaban a España eran sobre todo metales preciosos, en cambio lo que llegaba a América desde la metrópoli eran productos agrícolas y manufacturados, aunque también equipos para explotación minera.
A pesar de que las cosas aparentemente iban bien, el comercio entró en varios periodos de crisis durante el siglo XVI debido a causas tan dispares como el alto precio de los fletes o los estragos de la piratería. Pero sobre todo, una de las causas más importantes fueron las dificultades por las que atravesaba la Corona y sus bancarrotas, ya que se afectó a los intereses de los mercaderes a ambos lados del Atlántico, al embargarse los envíos americanos por Felipe II.

Willy nos habló de la nobleza en la sociedad española de la época. No todos los ciudadanos eran iguales ante la ley, había grandes diferencia entre el pueblo llano, que era la mayoría de la población, y las dos clases privilegiadas: la nobleza y el clero. Y a pesar de que la mayoría de la población fuera el pueblo común en antiguo régimen se articula en torno al status.
Pero se está en una época de cambios, la mentalidad y el poder de enriquecimiento del pueblo, que se ve reflejada con mayor plenitud en las Indias, pone en jaque a la nobleza. Quiere decir que el honor, el prestigio, la consideración social y el privilegio no sólo forma parte de la actitud y del status de la nobleza, sino que más bien el de muchas personas, que a pesar de su condición de plebeyo aspiran a integrar las filas de la nobleza. La economía no justifica por si misma a la sociedad pero permite soñar con un determinado status.
Según A. Domínguez Ortiz, el plebeyo enriquecido buscaba y hallaba, en todas partes, facilidad para introducirse en la hidalguía, a comparación del hidalgo empobrecido, que tenia dificultades para conservalas:

“El afán de los plebeyos por introducirse a hidalgos no se justifica tanto por las ventajas materiales (aunque éstas no fueran despreciables) como por el deseo de alcanzar prestigio y elevarse en la escala social";
"Siempre se obstinaron en evitar todo impuesto personal, porque, precisamente la exención de los de esta clase (moneda forera, servicio ordinario, etc.), servían para separarlos de los pecheros y conservaban un enorme valor simbólico";
"Sin embargo el principal motor de la aspiración a la hidalguía era el honor, es decir, el deseo de consideración, tan caro a nuestros progenitores y por la que estaban dispuestos a todos los sacrificios", en Domínguez Ortiz, La sociedad española, pp. 180-181.

Hay que destacar que dentro de la nobleza la situación económica fue determinante, no tanto en el siglo XV, por que esta diferencia se mantenía borrosa, pero que ya en el siglo XVI se mantenía firma quedando definitivamente establecida en el siglo XVII. Entonces el hidalgo paso a ser el noble de sangre, que por no tener fortuna no había ascendido a grados superiores de la escala nobiliaria.

Fabricio Gili Barboza.

1 comentario:

  1. Muy buena memoria. Será de gran ayuda para elaborar el trabajo final.

    Atentamente,

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