martes, 8 de diciembre de 2009

Los piratas del mar Caribe

Una parte importante de la historia de la colonización española la encontramos en los bruscos encuentros de los barcos españoles con los piratas. Éstos, unos seres despiadados, crueles y violentos, aparecen hoy en día con una aureola romántica gracias a las películas de Hollywood y los libros de aventuras. Nada más lejos de la realidad.

Si bien cabe distinguir a los corsarios de los piratas, un error histórico, pues los primeros eran hombres que bajo la bandera de una nación atacaban a los barcos de las naciones enemigas para hacerse con el botín y pagar un impuesto del 10% de lo recaudado. Estas patentes de corso tienen su origen en el derecho a represalias, de origen medieval, según el cual quien fuera atacado por un barco enemigo, podía, con el permiso de su monarca, atacar otros barcos hasta que recuperara el montante perdido.

El corsario Francis Drake


Los piratas, por lo tanto, no tenían nación ni soberano y se movía con el único fin de ganar dinero. Había dos variedades de piratas: los bucaneros y los filibusteros. Los primeros aparecieron en el segundo cuarto del siglo XVII y se establecieron en la parte deshabitada de la isla La Española, que ocuparon tras el desalojo de los españoles debido a la fiebre del oro. Los filibusteros, por su parte, se establecieron en la misma región de Las Antillas a mediados del siglo XVII, cuando los primitivos bucaneros se organizaron mejor para repeler los ataques españoles que querían sacarlos de las islas. Estos piratas estaban formados por una gran variedad de nacionalidades y habitaban en Jamaica y la isla de la Tortuga.



Aunque hay historiadores que dicen que estos piratas se convirtieron en un inconveniente para las aspiraciones de colonización de las naciones, para otros los filibusteros fueron domesticados por naciones como Holanda, Inglaterra y Francia, fomentando la colonización y utilizando a éstos como agricultores o comerciantes.

Con todo, los piratas contribuyeron al contrabando de los metales preciosos americanos, siendo importantes incluso para los colones españoles que les veían como facilitadores de productos manufacturados.


Todo esto viene a cuento porque en Sevilla se inaugura una muestra con objetos y muestras de los ataques de los piratas a los barcos españoles, podéis leer la información en el diario ELPAÍS:

http://cort.as/B08

Además, os dejo con un vídeo de youtube sobre una ciudad pirata Port Royal, en Jamaica, desde dónde los filibusteros atacaban a barcos franceses y españoles. Esta ciudad, al parecer, desapareció tras un terremoto.

Documental: Piratas del Caribe, Port Royal.











La información sobre los corsarios y los piratas la he sacado del ensayo: La piratería americana y su incidencia en el Nuevo Reino de Granada, siglos XVI-XVIII, escrito por Leonardo Guillermo Moreno Álvarez de la Universidad Nacional de Colombia.

Fernando Martín-Loeches Morales

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